La Península de Yucatán, donde la naturaleza se entretuvo creando caprichosos recovecos y abundantes selvas, fue también sede de una de las culturas más sofisticadas que puede registrar la Historia: los mayas. Grandes observadores de los astros y su relación con los ciclos de la tierra, arquitectos detallados, matemáticos rigurosos, artistas exquisitos, los mayas impregnan de su mística sabiduría al sureste de México.