Alemania es una nación que muchos describirían como “fuerte”, “tenaz” o “perseverante”, y es que a lo largo de su historia, la fuerza ha sido parte de su carácter. Desde su origen cuando los pueblos bárbaros se asentaron en su territorio en tiempos del Imperio Romano, hasta las fatigas que le trajo la Guerra Fría, siempre ha demostrado tener tesón. En la actualidad, su fortaleza se refleja en una robusta economía, la más grande de Europa, o en el papel protagónico que ejerce con gran autoridad sobre las políticas de la Unión Europea, a la cual pertenece desde sus inicios.